domingo, 4 de noviembre de 2007

Más allá de lo real.


Lo tenía todo.

Una casa, un auto, una familia que lo adoraba, lo protegía, un perro que regocijaba con su llegada cada tarde, una novia, que ocultamente lo amaba y le regalaba días de su vida, un par de mujeres que satisfacían su deseo carnal, y millones de amigos, una buena carrera a punto de términar, un buen pituto para entrar a trabajar de gerente y lo mejor, mucho, pero mucho dinero.

Su vida, iba de viento en popa, cada día se sentía más feliz de sus "logros", de sus patrimonios, de su mujer, de sus millones, en realidad su vida era perfecta.

Un día, camino a su casa, dentro de su auto, miro por la ventana a la mujer de su vida, la recordaba tal cual, estaba idéntica que hace cuatro años, los mismos ojos, sus mismos labios, su mismo perfume, sin pensarlo dos veces, se bajo del auto, la tomo del brazo y le dijo:

-Siempre quise verte.

Ella no lo reconoció, lo miraba pensando quien realmente era ese tipo, nunca imaginó que era también el hombre que había amado hace tanto tiempo, estaba tan cambiando, era otro, no había comparación.

El se limitó a decir un par de palabras, haciendo confusión ese momento y volvió a su auto, encendió el motor y se fue.

Su mente logro recordar que hace cuatro atrás, ella no era más que una hija de alguna nana que pasó por su casa, siempre la amó, siempre la discriminó, ella nunca lo olvidó, sin embargo el peor castigo era hacer como si nunca hubiera estado en su vida.

Al llegar a su casa, se encontró con su familia discutiendo, ya no era perfecta.

Su perro estaba muerto, ya no era perfecto.

Una carta de su novia diciendo que nada era igual, ya no podía seguir con él, ya no era perfecto.

Ninguna de sus mujeres de encuentro le contestó el teléfono, ya no era perfecto.

Sus amigos, lo olvidaron en fracción de segundos, cuando más los necesitó, ya no era perfecto.

Y él, no sabía que haría de vida, porque ya nada era perfecto.